Presentación El clima se manifiesta en cambios estacionales que ejercen gran influencia sobre las pautas culturales de la sociedad. El fenómeno El Niño Oscilación Sur (ENOS) causa grandes y a veces extremas perturbaciones climáticas. Se caracteriza por la aparición de aguas superficiales relativamente más cálidas de lo normal frente a las costas del norte de Perú, asociadas a cambios en los vientos, las temperaturas y el régimen de lluvias, conllevando al incremento en la intensidad de huracanes y crecientes y la reducción de los glaciares, entre otros fenómenos que a su vez originan alteraciones importantes en la flora y fauna de varios países. América Latina (AL), es una de las regiones con mayor disponibilidad de agua dulce y biodiversidad del planeta; así mismo, es muy vulnerable a la variabilidad climática y el cambio climático, siendo un problema de desarrollo en la región. De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), El Niño 97 - 98 causó pérdidas económicas directas en Latinoamérica por unos US$ 18.000 millones siendo la más afectada en el mundo; la Corporación Andina de Fomento registró que en total más de 117 millones de personas fueron afectadas y más de 4.8 millones perdieron sus hogares. Los efectos más directos de El Niño (fase cálida), tanto en pérdidas de vidas humanas como económicas, se vivieron en Perú, Ecuador y Colombia, generando un severo impacto socioeconómico. Dicho impacto, recae de forma desproporcionada sobre los países en desarrollo, en especial sobre los sectores más pobres, poniendo en riesgo el logro de las Metas de Desarrollo del Milenio al incrementar, las desigualdades en la salud, en el acceso a una alimentación adecuada, al agua potable y a otros recursos. En la Conferencia Internacional sobre Agua Dulce (Bonn 2001), PNUD, (2002), señaló que es decisivo abordar el tema variabilidad climática y cambio climático en el contexto de la gestión de los recursos hídricos y los enfoques de administración integrados. De acuerdo con WGP (2000) los principios de Dublín y los acuerdos internacionales proporcionan una base para la seguridad hídrica, ellos deben traducirse en acciones prácticas encaminadas a conseguir la seguridad hídrica, como un componente clave de las estrategias destinadas a cumplir las Metas de Desarrollo Internacional, acordadas para el año 2015 relativas a la reducción de la pobreza, la mejora de la salud, la eliminación de la malnutrición y el mantenimiento de un medio ambiente saludable. Un paso clave para cumplir estas metas sería la adopción universal de metas específicas de seguridad hídrica En este contexto, el IV Encuentro de RUPSUR 2006 reúne expertos en el tema con el objetivo de compartir conceptos y experiencias sobre el fenómeno El Niño Oscilación Sur (ENOS), analizando los impactos socioeconómico y ambiental, así como las tendencias y los desafíos en relación con las metas del milenio, a fin de fortalecer la Red de Universidades del Pacífico Sur –RUPSUR- y establecer programas de acción alrededor del tema.
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